ATLÉTICO

Los pases de Guillermo Acosta a Lanús y de Luis Miguel Rodríguez a Colón fueron las llaves que abrieron la puerta a una relación que en la mitad del año, ya tiene varios capítulos más.

El “Sabalero” abonó U$S 400.000 para quedarse con el máximo ídolo de los “Decanos”. A partir de ese momento, entre la entidad de Barrio Norte y los santafesinos nació una “sociedad” para hacer negocios futbolísticos que les está permitiendo alimentar sus respectivos planteles.

Por eso, no extrañó que hace unos días, Colón lograra asegurarse el traspaso de Rodrigo Aliendro, uno de los futbolistas más regulares que tuvo Atlético en las últimas temporadas. El 50% de la ficha del volante que los “Decanos” tenían -el otro 50% pertenece a Chacarita- le costó U$S 1.000.000 libre de impuestos a los santafesinos, más la cesión del lateral Gustavo Toledo, que firmó contrato por tres temporadas en Atlético. En otra operación sorpresiva, desde Santa Fe llegó el volante Leonardo Heredia, que se inició en Almirante Brown de San Justo y que en las dos últimas temporadas jugó en el “Sabalero”.

Una sociedad similar se formó espontáneamente con Racing que hace unos días concretó la llegada de David Barbona, a cambio de U$S 1.000.000 por el 50% de su pase y los pases a préstamo de Augusto Lotti. Además, un porcentaje de Jonathan Cabral. Lo significativo es que la “Academia” le puso una cláusula de rescisión de 10 millones de dólares, pensando en una futura transferencia al exterior.

Esta clase de sociedades entre los “Decanos” y otras entidades del fútbol argentino fueron comunes en los finales de la década del ‘60. Una de ellas se consumó con Vélez, que se llevó desde el Monumental hacia Liniers a José Demetrio Solórzano, Eduardo Zotola y Orlando “Lito” Espeche. A estos luego se sumaron Manuel Horacio Santillán, Raúl Armando Quintero y Mario Lucca. Mientras, de los “velezanos” a fines de la década del 70 vino José Froilán Mecca, un jugador que dejó una huella imborrable en el club.

Otro club muy afín al “Decano” para el tema de los negocios fue Independiente de Avellaneda, que en la década del ‘70 se llevó a José Antonio Lencina, Víctor Hugo Arroyo y posteriormente a Juan César Silva. Mientras que desde Avellaneda llegaron Víctor Hugo Palomba, Fabio Lenguita, Eduardo Méndez y Gustavo Darío Crnko.

Con la transferencia de Raúl Francisco Agüero a Rosario Central, como parte de pago, los rosarinos incluyeron a los pases de Juan Antonio Burgos y Hugo Zavagno. Fernando Zampedri emigró al “Canalla” por otra suma importante. Hace unos días se sumó José Luis Fernández, que en la temporada anterior militó a préstamo en Defensa y Justicia, pero cuyo pase pertenece al “Canalla”.

En la temporada 1994/95, con la llegada de Jorge Higuaín, llegaron varios jugadores que tenían raíces “xeneizes”: Andrés Bogado, Claudio “La Rata” Rodríguez, Esteban Pogani y Alfredo Graciani. Luego llegaron Carlos Fondacaro y Cristian Lucchetti, Jorge Alberto Lépez y últimamente Cristian Erbes y Luciano Monzón, que no vinieron de Boca directamente pero surgieron y estuvieron allí. En 1983, Juan Ángel Bernuncio pasó de Atlético al “Xeneize” donde en varios cotejos reemplazó a Hugo Gatti.

Con River también hubo intercambios. En la década del ‘70, para formar una inolvidable delantera con Victoriano Dominé y Raúl Francisco Agüero se sumó Jorge Luis Ghiso, un puntero que pasó por la Selección y que brilló con luz propia en el “Decano”.

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En la época que “Pipa” Higuaín era el técnico, desde River desembarcó el arquero Alejandro Saccone. Luego llegó Diego Barrado, un volante que jugó 128 partidos en Atlético entre 2010 a 2014.

En las temporadas 1998 a la 2000, tuvo en sus filas a Mario Artes, Ricardo Dillón y Omar Vargas que vinieron de San Martín de San Juan. Mientras que Raúl Heriberto Aredes fue embajador “decano” en la entidad sanjuanina.

SAN MARTÍN

En el fútbol actual en el que los jugadores, en raras ocasiones, se sienten identificados por los colores que visten, parece normal que se intercambien figuritas en forma de jugadores. Pero que en esta clase de transacciones o trueques estén involucrados los técnicos es un caso poco habitual en el más popular de los deportes.

El 18 de septiembre de 2018, Rubén Darío Forestello se desvinculó de San Martín de Tucumán y el 23 de ese mismo mes, Walter Coyette dejó de ser el técnico de San Martín de San Juan. Hasta allí todo bien y parecen ser acontecimientos normales que se concretan por las malas campañas de los equipos. Pero lo sorprendente se concretó el 25 de septiembre, cuando Forestello inició su tercer ciclo con los sanjuaninos y Coyette, dos días, después desembarcó en La Ciudadela. Un enroque perfecto. Cabe acotar que mientras el “Yagui” renovó su vínculo con los sanjuaninos para la próxima temporada, Coyette fue cesanteado el 16 de febrero último, tras el empate frente a Belgrano.

“Maxi” se fue a San Juan

Ese vínculo entre los dos “santos tuvo su continuidad en el presente libro de pases. El lateral Maximiliano Martínez, entusiasmado por la posibilidad de volver a ser dirigido por el “Yagui”, que le dio continuidad cuando dirigía a los “Cirujas”, armó las valijas y se fue hacia la capital cuyana para formalizar su contrato con uno de los clubes. Junto con San Martín de Tucumán, al final de la temporada 2018/19, perdió la categoría en la Superliga.

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Pero para no ser menos y ante el requerimiento de la dupla técnica formada por Sergio Gómez y Favio Orsi, a La Ciudadela arribaron los volantes Claudio Mosca y Matías Fissore que dejaron los “Verdinegros” para calzarse la camiseta “rojiblanca”. Martín Seri, que es el actual manager de los “Santos”, jugó en los dos clubes, en la década anterior.

En los últimos días, San Martín concretó una de sus traspasos más rutilantes, cuando a cambio de 400 mil dólares transfirió a Lucas Acevedo a Colón.

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A través de la historia, San Martín proveyó de jugadores a muchos clubes del fútbol argentino. En la década del 60, Roberto Karanicolas, un atacante salteño de nacimiento y“Santo” hasta la médula, fue transferido a Vélez.

Tuvieron que pasar cerca de 25 años para que otro jugador “santo” sea traspasado a la entidad de Liniers. En 1985, ese futbolista fue Daniel Humberto “Coya” Gutiérrez, el notable delantero nacido en Tartagal (Salta), que también jugó en Boca y en Morón.

En la temporada 1976, llegó a los “Santos” Carlos Alberto Avanzi, un talentoso mediocampista que por su técnica para pegarle a la pelota dejó una inmejorable imagen en la entidad de La Ciudadela.

En la temporada 1992, desde River llegaron el volante ofensivo Oscar Román Acosta y el puntero izquierdo Claudio Spontón. Mientras que en la temporada 2001/02, San Martín traspasó a la entidad de Núñez, en calidad de préstamo y por un año al delantero Carlos Chacana, que luego se fue a jugar al fútbol de Israel.